Pero en el principio, en el jardín del Edén, el divorcio no existía. El divorcio entro al mundo con el pecado, por la dureza de los corazones. Moisés representaba la ley, Jesucristo representaba la gracia de Dios. La ley te puede permitir divorciarte, pero la gracia de Dios te dice “lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre”.
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Aqui enseñamos tres puntos importantes:
- El matrimonio es un reflejo de Dios
2.El Matrimonio es un reflejo de Cristo y su iglesia
3.El Matrimonio es un Reflejo del Pacto